Afición por las consonantes.
Por José Ramón González.
Mi psicólogo me ha recomendado de forma insistente que, por el bien de mi frágil equilibrio mental, no escuche grupos de música que lleven una K en el nombre. Cuando alguna vez lo he hecho, por descuido o por casualidad, he sufrido crisis de nervios, descontrol, desorientación y arranques de ira. Así que cuando ha llegado a mis manos el nuevo disco de un grupo llamado Zerokoma, directamente lo he descartado. ¿Prejuicios? No, prudencia, por prescripción médica.
Desgraciadamente la prudencia no es una de mis casi inexistentes virtudes, y ahí que me he lanzado a hacer una breve cata para eliminar definitivamente el disco de mis tareas pendientes y confirmar así lo que yo me temía: que hay poco espacio para la sorpresa en el arte musical de nuestra triste actualidad y bla, bla. bla.
Lo mejor en estos casos es poner el adelanto, si lo hay, y con eso uno se hace una idea más o menos acertada de por dónde van los tiros. En el caso de Galones vi que se había publicado el videoclip de “Hey-Hey” y aquello no sonaba a eso que llaman rock urbano y que era lo que suponía/me temía que iba a encontrarme. Ahí había un buen poso del rock y el blues de los setenta y ochenta muy bien digerido y convincentemente interpretado. Hay que poner el disco entero. Y lo que uno se encuentra es con una banda que además de la K tiene afición por la Z, la doble de los Top, y otras letras de indiscutible referencia, como la C mezclada con las A y la D australianas. De ahí sale un álbum de auténtico rock n’ roll, rock clásico y cuyos referentes nacionales serían Platero y tú, Leño o Barricada.
Pasan del salvajismo desatado de la inicial “Esto es Zerokoma (R&R)” a la acedeciana “Sobran galones”, más contundente y reposada, más rotunda y elaborada, y con ello de poco más de dos minutos a cinco. Lo mismo ocurre entre las dos siguientes “Altos vuelos” y “Alerta”, de las que prefiero la segunda. A partir de ahí y hasta la final y atractiva “Cuerpo inagotable” encontramos una colección de canciones que combinan con más o menos acierto, mayor o menor inspiración todas las referencias citadas y algunas más, y aunque entre ellas no estén mis artistas favoritos admito que le he dado varias vueltas al disco con gusto, y que algunas de sus composiciones han repetido turno en más de una ocasión. Como indica la portada de su disco, esto es “High fidelity Rock&Roll 2017”.
Así que cuando le recriminé a mi psicólogo que me hubiese prevenido de aquella manera y que por su culpa casi desprecio un disco la mar de entretenido me dijo: “Oiga, yo sólo soy psicólogo. Además, lo que a mí me gusta es la salsa.”
ZEROKOMA:
JOSE REVERT VALLS: Batería
JAIME REVERT VALLS: Guitarra y voz
CARLOS REVERT VALLS: Bajo y voz
