Buen equilibrio entre influencias y señas de identidad.
Por Javi Segura Ruiz.
Los británicos nos presentan su quinto álbum de estudio en el que, como cabía esperar, continúan con la senda marcada por su anterior discografía, dejando bien a las claras su apuesta por la conjugación entre el sonido ochentero y el modern rock en un intento cada vez más patente de conseguir ese sonido personal y característico que les diferencie de las bandas que han sido referencia desde sus inicios; un disco producido por la propia banda pero que, con la ayuda de Harry Hess en las mezclas y masterización, cohesionan cada parte su granito de arena para acercase a dicha meta.
En búsqueda de dicha identidad, también hay espacio para endurecer algo más sus canciones; temas como la inicial “Let’s Have Fun Tonight” son fiel reflejo de ello, con un sonido potente y distorsionado de guitarras, la voz de Nick Workman filtrada en varias fases y melodías pegadizas, como así resulta también el estribillo del single “Worth Dying For”, tema con esos coros tan reconociblemente 80s; ambas poseen muy buenos solos a cargo de Marcus Thurston, quien da la sensación de haber subido algún peldaño en el nivel tanto técnico como compositivo en sus partes principales a las seis cuerdas en este “Only Human”.
“Last Man Standing” se desarrolla en una vertiente más melódica con una curiosa intro y finalización “radiofónica” y unos teclados muy ochenteros que adquieren protagonismo arropando los marcados riffs; llamada a ser un futuro single.
Si hablábamos de esa búsqueda incesante por un reconocible sonido, “All Over Now” y “Mess You Made”, (ésta con una gran intro y solo muy heavy), serían un claro ejemplo de ello, pues el rock melódico que ambas nos proponen reúne todos los ingredientes que un seguidor de la banda desearía encontrar.
La canción que sirve de título al disco es un mid tempo con unas prometedoras primeras estrofas muy bien interpretadas por Workman, pero llegado su estribillo quizás pierda algo de calidad; otro tema de esa índole es “Come Back Again”, aunque con un aire más americano y, bajo mi punto de vista, más acertada que la anteriormente citada; los tonos vocales más graves de Nick me recuerdan a melodías de Bon Jovi en sus discos más modernetes.
“Standing Still” es uno de los temas que más me ha ganado con las escuchas; otro mid tempo que va ganando en intensidad con un emotivo estribillo y que ofrece una versión alternativa muy interesante como bonus para finalizar este trabajo.
Recuperan su sonido más potente y reconocible con “Gravity”; sus giros enrevesados y con diversidad de propuestas en sus melodías pueden resultar incluso algo desconcertantes, pero pese a ello la considero una de las mejores y más elaboradas canciones.
“Turning Pages” es el tema más sensiblón y relajado, con otra gran interpretación vocal de Workman y un emotivo final a dúo entre guitarras y coros.
Por fortuna y ya llegando al final, recuperan la garra y pasión con “Fade Away” y “Go To War”; el prometedor inicio de la primera vaticina un tema con sonido muy americano, festivo y que desprende un aura realmente positiva; las estrofas vacilonas me recuerdan tonos vocales como los de Bryan Adams y Joe Elliot; pese a que ambas asumen con rigor los clichés estandarizados del género son buenas y disfrutables canciones.
No creo que “Only Human” defraude a ningún seguidor de los cuatro anteriores discos de Vega y su escucha cuanto menos es recomendada para todos aquellos amantes del rock melódico; creo que han logrado más que nunca alcanzar ese coherente equilibrio entre sus reconocibles influencias y el sonido que define cada vez más sus señas de identidad.
VEGA:
NICK WORKMAN: Cantante, guitarra acústica
TOM MARTIN: Bajo
MARCUS THURSTON: Guitarra
JAMES MARTIN: Teclados
MIKEY KEW: Guitarra, coros
MARTIN «HUTCH» HUTCHINSON: Batería
