La sombra y el espíritu de Dio planean a lo largo y ancho de un fantástico ejercicio de clasicismo.
Por Ángel Saint & Sinner.
Es razonable y muy posible que muchos lo encuentren frío y precocinado, como tantos otros de los proyectos de la factoría Frontiers, pero la realidad es que, aun así, la calidad que éste posee es alta. La forma de cantar de Ronnie Romero sigue siendo extraordinaria, lleva camino de convertirse, si no lo ha hecho ya, en el nuevo Jeff Scott Soto, o Jørn Lande. Su rango vocal lo hace atractivo para multitud de agrupaciones o proyectos, pero eso como es costumbre y le ha ocurrido a los antes citados, es algo peligroso, ya que la saturación lleva al hastío y a perder el interés por el artista.
Mike Terrana, como de costumbre, imprime su particular fuerza tras los tambores, con una pegada excelsa, precisa y contundente. Las guitarras de Magnus Karlsson destilan intensidad y dinamismo, dando una vez más, muestras de por qué es uno de los mejores guitarristas del panorama actual, además de ser un compositor extraordinario, cosa que ya ha demostrado de sobra en otros trabajos en solitario y con agrupaciones de renombre. La misma amalgama del power melódico, las influencias pesadas y progresivas del metal que abordó en composición desde los primeros días de Midnight Sun, hasta sus diversos conglomerados de vocalistas como Free Fall están aquí presentes.
Al igual que pasó en su debut, los citados Free Fall y Allen Lande, The Ferrymen recorrerán tu mente mientras disfrutas de otro gran ejercicio de hard y heavy con mucha intensidad y una interpretación fantástica.
Pero, la sombra de Dio, planea muy de cerca a lo largo y ancho del redondo, ‘Don’t Stand In My Way’ es el ejemplo perfecto de lo que puede producir la música de The Ferrymen, la etapa de Rainbow con Dio al frente del micro, está más que presente, incluso en el juego de guitarras. Así como la de su carrera en solitario, ya que este álbum realmente brilla cuando el tempo vuelve a ser pausado y denso, siendo las melodías vocales las que ocupan el máximo interés.
Canciones a medio tiempo como ‘Bring Me Home’ o ‘Our Own Heroes’ son un claro ejemplo, tienen, salvando las distancias, un aire a Holy Diver. Otras joyas que aquí se presentan son ‘A New Evil’ o ‘Save Your Prayers’ y un corte melódico y pegadizo como ‘All We Got’. Pero, si te haces con la edición japonesa y escuchas ‘Bring Me Home’ en acústico a modo de balada, se te pondrán los pelos como escarpias, ya que ésta es una de las verdaderas gemas del disco.
THE FERRYMEN:
RONNIE ROMERO: Voz
MAGNUS KARLSSON: Guitarra, bajo y teclados
MIKE TERRANA: Batería