Simplemente fabuloso.
Por Ángel Saint & Sinner.
Bien, antes de entrar en materia sobre el nuevo disco del proyecto Sunstorm, quería hacer un pequeño alegato.
Parece que en este país molesta que alguien triunfe. Lo pondré en clave futbolística: no aceptamos que Messi sea el mejor jugador del mundo y de la historia porque juega en el Barça, y somos del Madrid o del Sevilla… Así somos en este país, envidia, podría ser la respuesta a tan tonta reacción.
Bien, en música en este momento pasa algo parecido con muchos de los grupos actuales, y más en concreto con un vocalista excepcional llamado Ronnie Romero.
¡¡¡Sí amigos!!! Estoy cansado de leer y escuchar que no tiene nivel, que su registro es plano y que imita a Dio, que está en todas las salsas y en mil proyectos, que aburre y hace que todo suene de la misma manera, que si bla, bla, bla, bla. Señores, si legendarios guitarristas como Ritchie Blackmore, Adrian Vandenberg y Michael Schenker solicitan sus servicios, no es por capricho o casualidad. ¡¡¡¡AH!!!! Que estas tres figuras no entienden de música, que están equivocados y que no saben por donde les da el aire. Que encima no componen como antaño y ya no suenan a ellos mismos. Si no cambian, que se han acomodado y están fuera de onda, los 80 ya pasaron y están viviendo de rentas. Si cambian, ya no son ellos y donde estarán aquellos 80. ¡¡¡¡¡JODER!!!!! Nunca estamos de acuerdo. ¿No es más fácil, dejarte llevar por la música y decidir si te gusta o no, por su calidad y no por valorar si suena como antaño? ¡¡¡¡YA!!!! Vosotros sí que entendéis y estáis a la última.
Ronnie Romero se tiene que ganar las alubias, y que mejor forma que mostrando su potencial al lado de genios como los antes mencionados. ¡¡¡¡¡Si no os mola, haceos un favor!!!!! No lo escuchéis, pero dejad de dar la brasa de una vez.
El nuevo álbum del proyecto ideado por el presidente de la compañía italiana Frontiers, ha dado un giro a su propuesta, y a ese rock melódico de sus dos primeros trabajos le han añadido el sabor del hard rock clásico de bandas como Rainbow o Whitesnake, y para ese sonido, Jorn Lande, David Readman y Ronnie Romero son los mejores para hacerse cargo del micro.
Por ello han despedido a Joe «Peluquin» Turner, que todo sea dicho, tampoco creo que en el nuevo sonido lo hiciese mal, pero bueno, los directores del proyecto han creído oportuno prescindir de sus servicios.
El álbum mejora de largo a sus predecesores, y nos muestra una colección de composiciones bien elaboradas, con un sonido aguerrido y directo que dejan espacio para el lucimiento total de la garganta de Romero. En ese aspecto Alessandro Del Vecchio ha hecho un trabajo extraordinario en composición. Se abre con ‘Afterlife’, corte rápido que recorre los senderos de Rainbow, con protagonismo para los teclados del propio Alessandro Del Vecchio y la guitarra de Simone Mulanori (DGM) que brilla con un solo fantástico. ‘One Step Closer’ resulta ser un medio tiempo con un estribillo pegadizo que se adentra en el hard rock melódico y que por momentos te puede hacer recordar a los actuales Pink Cream 69. Ronnie está inmenso y el guitarrista nos da otra lección de buen gusto.
‘Swan Song’ nos lleva por los caminos que recorría Whitesnake en su álbum de 1987, melódico pegadizo y adictivo. Al igual que en la final ‘A Story That You Can Tell’, donde la serpiente más actual vuelve a mostrar sus colmillos, sin embargo, en ‘I Found A Way’ se muestra más cercana al sonido bluesy que antaño ostentasen las huestes de Coverdale.
‘Born Again’ es una auténtica joya de hard melódico y en los medios tiempos como ‘Stranger’ y ‘Far From Over’ podríamos vislumbrar la sombra de Gotthard. ‘Lost Forever’ es una preciosa power balada con un piano y unas guitarras magníficas con Ronnie cantando con un sentimiento fascinante.
Lo dicho, un gran disco de hard rock melódico que, a pesar de tener efluvios de los grandes del género, suena personal y fresco. Un trabajo que no se merece pasar inadvertido por contar con el GRAN RONNIE ROMERO al frente del micro.
SUNSTORM:
RONNIE ROMERO: Voz
ALESSANDRO DEL VECCHIO: Teclados
SIMONE MULARONI: Guitarra
NIK MAZZUCCONI: Bajo
MICHELE SANNA: Batería