Brillante pero sin suerte.
Por Carlos Bayón.
Estamos ante uno de los mejores ejemplos de rock melódico de finales de los 80 y puede que del estilo en general, y también ante uno de los casos más injustos de fracaso comercial.
No creo que sea exagerado decir que es una obra maestra la que se marcan estos cuatro músicos y que desgraciadamente pasó bastante desapercibida en general, sobre todo en el mercado americano que es el que marcaba la pauta, cosa que es difícil de entender ya que por lo menos la mitad de las canciones eran singles claros que poder explotar y machacar en las radios. Puede ser que debido a la gran cantidad de buenos discos que estaban saliendo en estos años se prefiriera apoyar otras propuestas. No hay que olvidar que entre 1986 y 1990 el rock melódico era un vergel y era raro el mes que no se publicaban cinco o seis muy buenos discos.
Loud & Clear derrocha elegancia en cada una de sus canciones y la voz de Mark Free sobresale por encima del conjunto, dotando de personalidad y brillantez cada tema. Los demás también hacen un gran trabajo dando a cada canción lo que necesita en un estilo más orientado al exceso que a la sobriedad. Sólo con escuchar el tempo de canciones como “Wake Up You Little Fool” ya nos podemos hacer una idea de cómo todos se ponen al servicio de la canción y cómo la voz de Mark nos lleva a través de la ella.
Lo mismo se puede decir de “Go” con su comienzo lento y pausado para de repente acelerar al estribillo y los teclados rellenando, pero a la vez dando toques puntuales, que sin ellos la canción se quedaría hueca. En mi opinión supera a la original que Triumph hizo en 1987 para su disco Surveillance llamada “Running Through The Night”, con la letra algo cambiada y unos arreglos algo más rockeros.
Sólo estos dos ejemplos ya amortizan el precio del disco, pero éste está lleno de joyas como la balada muy Foreigner “This Love, This Time”, la potente aunque típica que abre el disco “Arms of a Stranger” o la siguiente “Does It Feel Like Love”, un medio tiempo con una prominente base de teclados y que aunque suene a muy oído, la voz de Mark Free la convierte en un tema superlativo.
Con unas guitarras algo más duras y una base de teclados “My Mistake” abusando algo de los efectos de sintetizadores, midis y siguiendo al pie de la letra los patrones del rock 80’s, nos dejan una canción que en otras manos sería una canción del montón.
“Liar” tiene todos los dejes ochenteros de la época, sintetizadores, guitarras medidas y limpias y un ritmo tranquilo que lo convierte en un tema que podría haber sido banda sonora de cualquier película de la época, otro de los temazos del disco.
“Could This Be Love” es otro tema AOR de ritmo pausado, apoyado prácticamente en la voz de Mark Free con algún arranque puntual de las guitarras y unos coros que le dan algo de fuerza a la canción.
“You Won’t See Me Cry” es otro de esos temas que empiezan tranquilos y van cogiendo carrerilla según avanza, que acelera en el puente para llevarnos al estribillo, corto pero eficaz. Los coros que hay a lo largo de la canción, aunque sean bastante trillados y usados hasta el abuso en muchas producciones melódicas ochenteras, le dan su puntito, al igual que el solo, sobrio, sin estridencias ni velocidad, sólo lo que pide la canción. Canciones como éstas se hacían como churros pero no a todos les quedaba tan bien.
Para cerrar “Run Into The Night” canción para película rollo Karate Kid. Rock melódico del bueno con su parte tranquila hasta llegar al estribillo, resultón sin más. Con algo había que cerrar el álbum, no todas podían ser redondas.
Para los amantes de las melodías azucaradas pero sin pasarse, los estribillos con gancho y las canciones pegadizas, este disco es de 10. Es cierto que tiene muchos de los excesos de las producciones de la época pero esa también es su virtud. En el año 89 estas canciones eran auténticos hits, a muchos les salían solas y la mayoría de grupos repetían uno tras otro los mismos esquemas y fórmulas pero no a todos les salían tan perfectas como a Signal.
También es verdad que otros con menos tuvieron más suerte y éxito, pero, o la compañía no quiso invertir en ellos y dejó prácticamente en el anonimato un proyecto que lo tenía todo para haber triunfado, o la gente prefirió dentro del maremágnum de buenos trabajos elegir otras opciones tan buenas como ésta. En ese momento que se vendían discos a paladas éste debería estar en todas las casas de cualquier fan del rock que se precie de serlo.
Años después Mark Free lo volvió a intentar con Unruly Child, otro primer disco de 10 si no de 11, algo más rockero que este Loud & Clear, pero que desgraciadamente corrió la misma suerte.
SIGNAL:
MARK FREE: Voz
DANNY JACOB: Guitarra
ERIK SCOTT: Bajo, teclados
JAN UVENA: Batería