Segunda certificación para mantenerse en el vagón de cabeza del hard rock clásico.
Por Ángel Saint & Sinner.
Segundo asalto del combo capitaneado por el fabuloso guitarrista Frank Pané y el cantante David Reece que difiere poco de su llamativo debut. Su propuesta sigue los pasos de las agrupaciones del hard rock clásico como Whitesnake, Rainbow, Deep Purple o Led Zeppelin.
Género atestado de formaciones de este glorioso sonido en el que llamar la atención es cosa de unos pocos elegidos. De momento los británicos Inglorious con tan solo dos discos han sacado ligeramente la cabeza entre toda la marabunta de formaciones que practican dicho género. Los germanos que nos ocupan también están en el vagón de cabeza con dos buenos álbumes donde destaca la técnica de Frank Pané, actual guitarrista de BonFire, quien además de su amor por el sonido que Blackmore introdujese en sus composiciones, en esta ocasión muestra también la influencia de grandes magos de las seis cuerdas como Eddie Van Halen y Randy Rhoads.
Este segundo trabajo es quizás más rockero que su predecesor y un tanto más crudo debido a una secundaria presencia de los teclados que corren a cargo de dos músicos invitados, Ángel Vafeidais y Eric Ragno.
Temas más directos como el que bautiza el álbum, ‘Back With A Vengeance’, o ‘Rise Like Phoenix’ que conlleva un aire a los Rainbow época Ronnie James Dio se mezclan con otros de ritmo mucho más marcado a medio tiempo que nos recuerdan sin remisión al magnífico ‘Perfect Strangesrs’, álbum que Deep Purple registraron en 1984 y que marcaría el regreso de la formación clásica. Así en esa onda púrpura están composiciones como ‘When The Hammer Falls’, ‘Pretty Litle Lies’ y ‘Gone But Not Forgotten’ en las que hay que realzar la interpretación de David Reece cuya voz queda de lujo y la elegante guitarra de Frank, que soberbia nos regala unas líneas y solos brillantes.
SAINTED SINNERS:
FRANK PANÉ: Guitarra
DAVID REECE: Voz
MALTE FREDERIK BURKERT: Bajo
BERCI HIRLEMAN: Batería
Fotos: Matt Bischof