Atraído en exceso por la gravedad de su anterior “legado”.
Por Javi Segura Ruiz.
Todos podríamos hacer un listado de aquellas bandas que consideramos han sido y siguen siendo infravaloradas dentro del panorama rockero por los motivos que cada uno considere oportunos.
A poco que le pegues un repaso a la discografía de la Mantis Religiosa británica y la moderada repercusión que han tenido sus publicaciones pese a su atesorada calidad, no se necesitaría demasiado esfuerzo para incluirla en esa relación a la que posiblemente no quisieran pertenecer, pero que a la vez la convierte en una banda de culto dentro de aquella eclosión de formaciones que a mediados de los 70 formó la llamada Nueva Ola de Heavy Metal Británico (NWOBHM).
Tras casi tres años de su anterior y extraordinario “Legacy”, Praying Mantis vuelven a la carga con este nuevo trabajo de estudio en el que se consolidan en la formación el batería Hans Zant y el carismático vocalista John Jaycee Cuijpers junto a los hermanos cofundadores Tino y Chris Troy, (guitarra y bajo respectivamente) y el guitarrista Andy Burgess.
La enérgica “Keep It Alive” abre el disco, con ese característico sonido clásico de guitarras y coros propios del movimiento originario del grupo.
Una rimbombante intro de teclados inicia “Mantis Anthem”, un tema de ritmo pesado y lento de connotaciones épicas en la que la poderosa voz de Cuijpers es la principal protagonista.
“Time Can Heal” nos acerca al sonido más hard AOR donde la versátil voz de John se sigue mostrando especialmente cómoda sea la modalidad que sea, mientras que “39 Years” es un hard rock melódico muy cercano al sonido Magnum.
Imposible resistirse desde la primera audición al sugerente bajo y melodía principal del tema homónimo; toda una maravilla repleta de grandes armonías y sin duda mi favorito de todo el disco.
“Ghost of the Past” transcurre entre tintes progresivos y sus orquestaciones recuerdan a bandas como “Within Temptation”, mientras que la voz de Cuijpers muestra sin complejos la clara influencia ejercida por Jørn Lande; sin duda otro de los cortes más destacados.
En “Destiny in Motion” resalto especialmente el trabajo de las guitarras, desde las sutiles y dobladas del inicio, los arreglos, el solo y las más vibrantes que acaparan su final; interesante también escuchar los tonos más graves de la voz del cantante holandés.
Muy elegante el mid tempo “The Last Summer”, con esas emotivas y delicadas guitarras dobladas, cuya presencia harán que se convierta en semi acústica la versión de la misma con la que cierran este trabajo.
Con “Foreign Affair” llega el tema más delicado y relajado, que evoca a las grandes bandas del género más puramente AOR de los ochenta, (escucha esos sintetizadores del inicio que son una copia calcada de un mítico tema de Foreigner…).
“Shadow of Love” retoma el rock melódico más accesible y comercial en un buen tema pese a todos los clichés estandarizados de dicho estilo que presenta a lo largo de su minutaje.
“Final Destination” es un corte pesado y épico, donde la influencia del maestro Ronnie James Dio cae con todo su peso sobre la voz de Cuijpers, convirtiendo a la canción en un tema de heavy metal con todos los ingredientes que caracterizaban las obras del grandioso y mítico vocalista americano.
Tras el interminable listado de vocalistas que han tenido durante más de tres décadas, solo cabe esperar que John Cuijpers se consolide de manera definitiva en la formación, pues su aportación otorga un plus de calidad y personalidad al sonido de esta gran banda.
“Gravity” es otro buen disco que reúne todos los ingredientes tan típicos como variados que han plasmado las canciones de Praying Mantis a lo largo de toda su discografía, pero el cual considero que se queda algo distante del excelso nivel alcanzado con su anterior obra; varios de los temas se hacen demasiado pesados debido a su excesiva duración con estrofas que resultan demasiado repetitivas.
Pese a ello, su escucha la considero totalmente recomendada.
PRAYING MANTIS:
JOHN CUIJPERS: Voz
TINO TROY: Guitarra, coros
CHRIS TROY: Bajo, coros
ANDY BURGESS: Guitarra, coros
HANS IN ‘T ZANDT: Batería
