Banda perfecta, álbum perfecto.
Por Ángel Saint & Sinner.
No sé si el grupo perfecto, sin alinear estrellas consagradas, pueda existir, pero lo cierto, es que la formación de Örnsköldsvik sería lo más cercano a ello. Una banda perfectamente engrasada con una excelente técnica instrumental y un cantante inconmensurable que ya en su anterior obra dejaba clara su propuesta a liderar el grupo de elegidos en el olimpo de los vocalistas. Un gran equilibrio entre composición e interpretación que los lleva a entregarnos una obra casi perfecta dentro del rock melódico.
Su debut nos dejó un gran sabor de boca, un álbum genial que ya mostraba lo que esta formación sueca podía dar de sí, dejando el listón muy alto. Realmente esperaba que este trabajo fuera bueno, pero lo que no contaba es que superase a su predecesor. El disco lo tiene todo, melodías increíbles, coros pegajosos, unas guitarras cristalinas con buenos riffs y solos de ensueño, una buena y férrea sección rítmica, unas líneas vocales extraordinarias y todo ello dentro de composiciones que te llevarán por un mar de sensaciones.
No hay lugar al relleno, no hay canciones que resalten demasiado entre ellas, es un todo que desde la primera escucha te atrapa y no te deja despegar los oídos de los altavoces, para no perder detalle de lo que sucede durante el excitante viaje por todos los parámetros del rock melódico con un certero equilibrio entre las melodías y la energía.
‘Time For A Miracle’ con aires épicos, abre el tarro de las esencias, un fabuloso comienzo en el que nos recuerdan a una gran banda del estilo como Ten, con unas fantásticas melodías donde se dan momentos excelentes de teclados, guitarras sublimes y una interpretación estelar del vocalista Kent Hilli, quien canta en tonos altos y majestuosos.
‘Better Walk Alone’ es otra joya, coros increíbles, un estribillo perfecto, otra demostración guitarrera de altura y… otra vez el bueno de Kent haciendo gala de su poderosa garganta, un tema fascinante que muestra el alto nivel de composición que poseen.
‘Heart To Stone’ hace que olvides la anterior joya, ésta es todavía mejor, y me repito en su análisis, guitarras brillantes, voces de ensueño y melodías de otro planeta. Y de repente, un extraordinario piano emerge con acordes celestiales para que Kent se calce los zapatos de Jimi Jamison y nos inunde con una fabulosa interpretación en la melosa ‘Fighting To Win’. Ese mismo piano abre la rockera y pegadiza ‘Everytime We Cry’ con unas guitarras algo más crudas y melodías que recuerdan a grandes del estilo como Survivor.
‘What About Love’ es oro fino, si hubiera salido en los 80 se habría convertido en un filón y hubiera sido radiada hasta la saciedad. Rock americano que para sí quisieran algunas de las formaciones punteras del género. En ‘Nobody’s Fool’ se acercan al hard rock de agrupaciones como Night Ranger con una voz de connotaciones Coverdale, que vuelve a recrear en ‘Living On The Run’, un medio tiempo espectacular con giros vocales impresionantes, teclados atmosféricos y guitarrazos por doquier.
Similar, aunque más melódica resulta ‘Don’t Blame It On Love Again’. ‘Just One Wish’ nos transporta a vinilos de Journey o Giant, grupos que antaño abanderaron el AOR, y para terminar un pedazo de canción como ‘Don’t Leave Me Here Alone’, un tema lento, atmosférico, sentido y profundo que funciona a la perfección como broche de oro para cerrar este extraordinario trabajo de rock melódico. Álbum que, sin lugar a dudas se va a convertir en el mejor lanzamiento del año dentro del género melódico.
PERFECT PLAN:
KENT HILLI: Voz
ROLF NORDSTRÖM: Guitarra
LEIF EHLIN: Teclados
FREDRIK FORSBERG: Batería
MATS BYSTRÖM: Bajo