Demasiada nostalgia.
Por Carlos Bayón.
Algunas nuevas y jóvenes bandas han debido descubrir una máquina del tiempo y han decidido viajar al Los Ángeles de los primeros 80 y más concretamente al Sunset, si no no se explica esa obsesión que hay últimamente con recrear esa época o más bien la época glam/hard rock incluida la estética, no sólo la musica.
Gran parte de esa insistencia viene sobre todo del norte de Europa y de ahí, más concretamente de Noruega, vienen estos chicos a presentarnos su primer disco y lo hacen a cara descubierta, enseñando todas sus cartas. Aquí no hay lugar para el engaño, desde las pintas, que parecen salidas de lo más cutre de cualquier grupo de mala muerte, a lo Mötley Crüe de la película The Dirt para que os hagáis una idea. No sólo están en las pintas los parecidos con los santos de Los Ángeles, la voz de Chris Höudini tiene un timbre bastante parecido al de Vince Neil.
Notörious suena a nostalgia pura y dura, a los primeros discos ochentas de gente como Dokken, Loudness o Scorpions e intenta llevar a ese terreno sus composiciones, incluso la producción y el sonido son similares. Evidentemente la magia no está aquí, no suenan mal y se nota que se lo han currado, que conocen el estilo, pero la línea entre el homenaje y las influencias es muy fina. Aunque el disco está currado y los chicos saben manejar sus instrumentos, al final te acaba dejando una sensación de deja vu, de que esto ya lo has oído antes, esto vale para los discos de John Diva o para el de Crosson, de los que hablé en otro momento, y sigo pensando lo mismo, éstos eran más melódicos y por eso quizá me gustaron más.
El disco está bien, suena perfecto incluso para ser un primer disco, que los nostálgicos de la época lo vamos a disfrutar como locos. Es divertido pero me deja un poco frío.
Diez canciones que condensan en menos de 40 minutos toda la movida que se cocía en esos años tan al detalle que te parecerá que es una grabación perdida en el tiempo que ve la luz ahora. Esas guitarras ya no suenan así, suenan a Malmsteen pero sin el rollo neoclásico, a Mathias Jabs de Scorpions, de hecho ya casi no se hacen solos de guitarras y el señor Dicatto, hasta el nombre te lleva a los 80, los borda.
Las influencias en algunos casos se les han ido de las manos como en “Seducer” que tiene un riff y las melodías calcadas al “Looks That Kills” de Mötley Crüe, como la homónima “Glamorized” que en otro tono pero suena clavadita a ésta también. “Have A Good Time”, ralentizado pero es el “Fallen Angel” de Poison o “Friday Night” que es Loudness total.
La inicial “Gunnerside” suena veloz, apresurada, las guitarras se te clavan como agujas, más que a hard rock, suenan a heavy metal. “Flying High” es sleazy con un sentimiento punk a lo Skid Row del primer disco con unos coros bastante heavies, “I Walked In” es una mezcla Dokken/Mötley Crüe pero aun siendo muy buenas las guitarras le falta el toque Lynch. “Summer Night” es la power-ballad acelerada que has escuchado tantas veces que ya ni las recuerdas, bonita y más power que ballad con un bonito coro, los arreglos de teclado y el riff machacón más un solo enternecedor hacen que no sea un tema más. Y el cierre con “Tonight (Gonna Get In)” es el típico tema rockero usado para acabar los discos desde la noche de los tiempos, simpático, rítmico, coreable en directo y para casa.
Es un disco resultón que al principio te parecerá gracioso mientras vas descubriendo en plan peli de Torrente los cameos que se marcan y a qué grupo se parece cada canción, y como es corto hasta repetirás y te lo pondrás más veces. Es rock n’roll hecho con calidad y ganas pero que en el homenaje se han pasado de frenada. Cuando perfeccionen eso y doten de algo de personalidad y busquen un sonido propio, porque los mimbres los tienen y la teoría se la saben a la hora de llevarla a la práctica, es donde si quieren seguir en esto de la música deben buscar, dentro de sus influencias, un sonido más personal. Está muy bien que te guste una época o estilo pero dentro de uno o dos años, cuando haya un segundo disco, puede que la gente busque otra cosa o incluso que los revival 80’s ya no estén tan de moda y nadie confíe en tu propuesta o hayan salido grupos así de debajo de las piedras y lleven al agotamiento al personal.
Artísticamente el disco es impecable, el cantante es la leche, las guitarras suenan furiosas y los solos no tienen nada que envidiar a muchos guitar-hero consagrados. Las canciones son resultonas y glamurosas, tiene lo mejor y lo peor de los excesos de los 80, así que si quieres rememorar un tiempo y un lugar este disco te va a encantar, pero si quieres algo más auténtico te llenará durante un rato pero al final caerá en el olvido.
NOTÖRIOUS:
CHRIS HÖUDINI: Voz
NIKKI DICATO: Guitarra, coros
ANDY SWEET: Bajo, coros
FREDDY KIXX: Batería
