La visita de los primos del pueblo.
Por José Ramón González.
He seguido la carrera de Newman de manera intermitente, aunque ya se sabe que si uno se pierde uno de sus discos tampoco es tan grave, pues los álbumes del músico británico se suelen diferenciar entre sí tanto como los miembros de una camada de gatitos. Así que los aficionados que vayan a escuchar Ignition, su nuevo trabajo, ya saben que toda la sorpresa es que no hay sorpresa. Su nueva colección de canciones sigue la senda de ese rock melódico de tipo tradicional europeo con tantas resonancias y ecos que parece estar registrada en una cueva, por lo que hacer una lista de parecidos razonables para cada una de las canciones del disco se antoja una tarea poco estimulante.
Las composiciones siguen a pie juntillas los esquemas del género de una manera academicista y, como siempre, se pueden extraer dos o tres canciones destacables de entre el conjunto, el cual se escucha con agrado pero sin emoción. Las armonías vocales son correctas pero estáticas, los arreglos adecuados aunque predecibles y los estribillos se reciben como las visitas de los primos del pueblo: se esperan con ciertas ganas, al poco de llegar empiezan a cansar, pero cuando se han marchado, caray, en realidad no estuvo tan mal.
A su favor Ignition tiene una interpretación convincente y con cierta fuerza, siempre que le guste a uno la voz y el estilo de Steve Newman, quien a veces apura tanto en los tonos altos que llega a incomodar («Promise me»). Pero no debemos pedirle algo que no parece estar entre sus objetivos. Si no, no grabaría canciones como «Ignition» tan a lo Michael Jackson, ni trataría de calcar a Toto ―adapándolo al terreno de los mortales― en «The promise». Newman es un jornalero del rock melódico: cumple con su trabajo y lo hace correctamente, sin embargo no le exijamos detalles de clase, ése no es su terreno. Quien busque originalidad y creatividad va a encontrarlos más fácilmente en una de las nuevas comedias españolas que en este disco.
Sus seguidores podrán disfrutar, eso sí, de unas composiciones que acertarán en mayor o menor medida, pero que bajo ningún concepto van a defraudar. Ése sí es su terreno, y en eso no falla.
NEWMAN:
STEVE NEWMAN: Cantante, guitarra, teclados
ROB MCEWEN: Batería y percusión