Incombustible.
Por Carlos Bayón.
A sus 57 años el Sr. Monroe sigue dando lecciones de actitud punk y editando con cierta continuidad discos con una calidad superior a la media y que no tiene nada que envidiar a bandas más jóvenes, o incluso dar lecciones de humildad a multitud de bandas ya veteranas que sólo se dedican a hacer giras revival, discos recopilatorios o directos insulsos.
Este finlandés da la cara y demuestra que no importa la edad si tienes las ganas de seguir dando caña y para muestra no sólo este One Man Gang, sino cualquiera de los anteriores discos que ha editado en esta década de 2010 a 2020 desde Sensory Overdrive a Blackout States, o incluso yéndonos un poco más atrás los que sacó con su banda original Hanoi Rocks, el fabuloso Street Poetry (2007) es cremita de la buena.
Aquí nos encontramos un muestrario de temas cañeros, power-punk y estribillos portentosos como “Last Train To Tokyo” o “Hollywood Paranoia”, baladas como “Midsummer Nights” donde las guitarras casi lloran por debajo de la voz y en las que también confirma una sensibilidad especial para este tipo de temas, pero que en ningún momento suena empalagosa. Temas sucios como la inicial y homónima “One Man Gang” con un toque a Iggy Pop, “The Pitfall Of Being An Outsider” o “Junk Planet” donde da la impresión de que se cayó en la fuente de la eterna juventud, y que es el típico tema que encontramos en cualquiera de sus discos, lo cual no significa que sea malo.
Temas rápidos y rabiosos como “Black Ties And Red Tape” que suena arrogante y chulesca, las trompetas iniciales mariachis y el rollo fronterizo de “Heaven Is a Free State” donde resuenan los aires hard rock creando una atmósfera especial, el glam rock de “Helsinki Shakedown” o la maravilla de cierre con la épica y siniestra “Low Life In High Places”.
En definitiva 12 canciones en 39 minutos que nos enseñan que si se quiere se puede. Es un disco variado que se mueve entre las aguas del hard rock más sucio, el glam metal o el punk más chillón y agresivo, puedes ver influencias desde Motörhead a Iggy Pop pasando por The Damned, de hecho su cantante y guitarrista colabora en el tema “One Man Gang”. Si este fuera un mundo justo este disco debería ser un éxito y Michael Monroe una estrella consagrada al nivel de cualquier banda angelina y que ahora sería venerada en el mundo entero.
No hay nada que no esperes encontrar en cualquier disco tanto en solitario como con su anterior banda Hanoi Rocks, es un disco sincero de alto octanaje que ya quisieran muchos sacar trabajos así.
Evidentemente si los aires punks, power pop, glam o cualquiera de sus anteriores obras no te van para nada ni siquiera te acerques, pero aun así yo le daría una oportunidad. No estamos hablando de una banda joven que está buscando su sitio sino de un músico consagrado con años de carretera, una carrera digna y que ya quisieran muchos siquiera acercarse a la calidad que atesora este veterano músico finlandés.
También es un muy buen momento para recordar cualquiera de los momentos de su amplia carrera, entre ellos sus proyectos más desconocidos como Demolition 23 (1994) un arma de destrucción masiva de punk rock con agallas y sin complejos que no toma prisioneros, o el más experimental Jerusalem Slim (1992) con el guitarrista Steve Stevens, todos ellos con una gran calidad y que desgraciadamente pasaron desapercibidos pero que merecían haber tenido más suerte.
MICHAEL MONROE: Voz, saxo y armónica
SANNY YAFFA: Bajo
RICH JONES: Guitarra
STEVE CONTE: Guitarra
KARL ROCKFIST: Batería