Los días más largos de Suecia.
Por Javi Segura Ruiz.
Cuando un músico anda envuelto en infinidad de proyectos, bandas, colaboraciones y, entre todo ello, realiza un trabajo bajo su propio nombre, no sabes si esa obra ha sido concebida cuando ha tenido tiempo o realmente ha sacado tiempo para poder realizarla.
Esta es la sensación que me produce y la pregunta que me hago con la tercera entrega del compositor sueco Magnus Karlsson bajo la etiqueta de Free Fall, donde vuelve a interpretar todos los instrumentos, (a excepción como siempre de la batería), además de aportar su voz en dos de los temas en medio del elenco de otros seis grandes vocalistas elegidos para elevar al máximo la calidad y potencial de sus creaciones, destacando principalmente las aportaciones de los jóvenes Dino Jelusick y Renan Zonta, dos auténticos prodigios cada vez más consolidados en la escena internacional del hard rock / metal y base de la cantera de Frontiers junto a Ronnie Romero y Nathan James de Inglorious, (otra de las grandes voces surgidas en el sello discográfico aunque aquí no tengamos la fortuna de que interprete alguna canción).
A nadie va a sorprender el estilo de las nuevas composiciones, pues continúan la senda del metal melódico al que el guitarrista escandinavo nos tiene acostumbrados, con varios fragmentos cercanos al power y todo ello arropado por unos arreglos orquestados tan logrados y cuidados como poco innovadores, pero que son a la postre buena parte de la base indispensable de la calidad final ofrecida en We Are the Night; no cabe duda de que las mezclas del reputado Jacob Hansen han contribuido también de pleno para lograr ese magnífico sonido y producción.
La impresionante voz de Jelusick protagoniza dos cortes, la inicial “Hold Your Fire”, con una grandilocuente intro sinfónica y tintes power que conducen a un estribillo épico, y “Under the Black Star”, de una cadencia más próxima al heavy tradicional y donde Dino emula más que nunca los registros del maestro Lande, especialmente en las primeras estrofas.
Discharge es el interesante debut de los brasileños Electric Mob, y su vocalista Renan Zonta también aporta su cuerdas vocales para dos temas realmente melódicos, potentes y formidables como son “Kingdom Falls”, (cercana al sonido de The Ferrymen como también lo es más adelante “One by One” interpretada por otro ya omnipresente como es Ronnie Romero) y “Dreams and Scars”, (que encajaría como anillo al dedo en un nuevo trabajo de Allen-Lande y con un estribillo realmente demoledor).
La finlandesa Noora Louhimo de Battle Beast se ha ganado un privilegiado espacio entre las mejores vocalistas del panorama actual, demostrándolo aquí con la conmovedora ejecución de la power ballad “Queen of Love”, alternando estrofas suaves con otras más elevadas e incluso desgarradoras; Karlsson realiza uno de los solos más elaborados del disco.
Mike Andersson de los progresivos Cloudscape canta “All the Way to the Stars”, el tema que, en varios de sus versos, más se acerca a los esquemas que siguen buena parte de las bandas hard escandinavas más contemporáneas como por ejemplo Eclipse, hecho que también queda reflejado en la buena versión acústica que además nos ofrece.
Toda una leyenda como es el británico Tony Martin se encarga de las tareas vocales en dos temas bien distintos entre sí; por un lado, la agresiva y power metalera “Temples and Towers”, donde Magnus realiza quizás el trabajo más espectacular de guitarra de todo el disco, mientras que en el mid tempo “Far From Over”, con la que se cierra esta obra, sus tonos más graves y característicos se alternan con los más agudos del estribillo.
Karlsson interpreta las líneas vocales del tema homónimo, (muy épico y orquestal) y “Don’t Walk Away”, (en la línea de “Dreams and Scars”); sabemos que su garganta no desentona en absoluto, pues ya ha realizado anteriormente sus incursiones a la voz y lo hace realmente bien, no saliendo nunca mal parado ante los vozarrones que siempre se rodea.
¡Menudo temazo se ha marcado con “On My Way Back To Earth! Pese a su reconocido prestigio y virtuosismo con las seis cuerdas, Magnus no suele prodigarse con temas instrumentales, pero aquí nos sorprende con la belleza e incuestionable elegancia de esta perla, tema inspirado como él mismo reconoce bajo las influencias de Steve Morse, (grabado con una idéntica Ernie Rate Blue Burst y con la propia firma del estadounidense), uno de sus guitarristas favoritos, aunque también puede recordar por momentos a Satriani o al Petrucci más melódico; aprovecho que en el vídeo que promociona la canción aparece el batería Anders Köllerfors para alabar su majestuoso trabajo en todas las composiciones del disco; técnico, contundente y dándole a cada tema el cariz perfecto con su instrumento.
No sé si en Suecia poseen un particular modo de medir la duración de los días, pues éstos deben de prolongarse mucho más de 24 horas para encontrar una explicación a cómo Magnus Karlsson tiene tiempo, lo saca o lo inventa para estar de forma constante involucrado en infinidad de fregaos; una de las mejores definiciones para un músico es que sus señas de identidad sean plenamente reconocibles y evidentes allá donde ande metido, pero cuando existe Karlssonmanía por doquier el riesgo de saturación es más que elevado; aun así, su poder de creación y equilibrio con la calidad ofrecida sigue siendo admirable, por lo que sus seguidores estarán más que satisfechos con su nuevo disco en solitario.
MAGNUS KARLSSON’S FREE FALL:
MAGNUS KARLSSON: Guitarra, bajo, teclados y voz
ANDERS KÖLLERFORS: Batería