Mamá estaba equivocada.
Por Carlos Bayón.
La verdad que cuando te encuentras con grupos y discos así no sabes si estás delante de un proyecto en condiciones, con posibilidades de tener continuación o estamos ante una especie de, salvando las distancias, Mojinos Escocíos americanos, sobre todo por la imagen que proyectan, de la música ni hablo, no se puede comparar una con otra. Por pintas y sonido parecen más un grupo tributo que una banda al uso, fusilan sin rubor a Thin Lizzy, Mötley Crüe, Van Halen o Whitesnake, por decir unos cuantos, pero lo hacen tan bien que casi no te importa.
El sonido es ochentero 100%, suena demasiado perfecto para sonar como si se hubiera grabado en esa época, le falta grano por decirlo en un término de imagen, pero no suena a batiburrillo como muchas producciones de ahora y la verdad que da gusto escuchar un disco con un sonido a la vieja usanza, sin tanta sobreproducción.
El disco suena a todo lo que triunfó en los 80 y primeros 90, si estamos atentos podemos escuchar riffs de White Lion, cosas de Bon Jovi, pildoritas de Def Leppard y ya sin estar atento hay partes que son copiadas directamente del “The Boys are Back in Town” o del “Give Me All Your Love”.
Hay una sensación de “deja vu” durante todo el disco y eso juega en su contra porque cuando ya has acabado de buscar los cameos musicales, ¿qué queda? Eso lo debería pensar cada uno, en mi opinión queda un disco correctito, entretenido, poco original evidentemente y dependiendo de la edad gustará más o menos. A los que crecimos en esa época nos llevará a recordar tiempos pasados, puede que mejores, a volver a los originales; para los que han crecido con las producciones de 2000 en adelante un disco extraño, que puede que les suene pasado de moda o a algo de lo que se habla como si fueran batallitas de abuelo.
Del disco en sí tampoco es que pueda decir mucho más, temas pintones, estribillos fáciles de tararear y que se pegan como moscas a la miel como “Lolita” o “Rock ‘N’ Roll Heaven”, baladas como “Just a Night Away” que podían haber hecho Firehouse o Warrant pero hecho con clase y respeto.
Discos así no harán resucitar nada porque evidentemente no hay nada que esté muerto pero sí harán pasar muy buenos ratos a los que los escuchen y les haga echar la vista atrás y ponerse un poquito nostálgico.
JOHN DIVA AND THE ROCKETS OF LOVE:
JOHN DIVA: Voz
SNAKE ROCKET: Guitarra
J.J. LOVE: Guitarra
REMMIE MARTIN: Bajo
LEE STANGREY JR.: Batería