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DYNAZTY «Titanic Mass» (Spinefarm Records, 2016)

DYNAZTY «Titanic Mass» (Spinefarm Records, 2016)

La alargada sombra de «Renatus» atenúa el brillo de «Titanic Mass».

Por Óscar L. González «Mendo».

 

Dynazty nos había acostumbrado a una constante evolución en su sonido desde el tremendo «Sultans of sin» en el que empezaron a romper amarras con el Hard Rock, pero pese a ello, todos sus discos mantienen su sello y su impronta a la vez que una calidad compositiva fuera de toda duda, incluso metidos ya de lleno en el Power Metal que invadía «Renatus» …hasta llegar a «Titanic Mass» donde la inspiración sólo aparece mediado el disco y con el daño ya hecho.

La producción es casi exacta a la utilizada en el precedente; bases de opulentos teclados que cargan con todo el peso melódico, guitarras, bajo y batería perfectamente sincronizados y carentes de músicalidad, con unos patrones musicales sólo aptos para virtuosos como ellos. Pero el virtuosismo sin corazón puede llegar a aburrir, e incluso a irritar, todo depende de las expectativas, y Dynazty han creado muchas.

No se trata de que esta fórmula esté agotada, pero les encorseta de tal forma que parte de los temas no logran respirar y su gran similitud musical y estructural a las canciones de «Renatus» les hace vulgares. Cierto es que después de escucharlo un montón de veces, la sensación se atenúa, pero ya no es lo mismo, porque eso suele ocurrir casi siempre y es producto de la abducción y de querer escuchar lo que no hay, aunque como dije anteriormente, la segunda mitad del disco sí que cuenta con la calidad exigible a un grupo como este y se debe a que abandonan en parte la formula «Renatus».

«The human paradox», «Untamer of your Soul» y «Roar of the underdog» son tan parecidas estructural y melódicamente con temas del disco precedente y entre ellas, que sólo el estribillo de esta última destaca para bien.

«Titanic mass» tampoco se sale del ferreo sendero, pero sí que es más amena de escuchar por el estribillo e incluye una parte central instrumental muy meritoria.

«Keys to paradise» cuenta con inicio muy prometedor que se desvanece con el enésimo estribillo clonado que no aporta ninguna luz a un tema que podría ser mejor.

La joya de la corona, los Dynazty que me gustaría que estuviesen presentes en cada una de las canciones del disco, aparecen en la brillantísima, poderosa y lenta «I want to live forever». Aquí son las guitarras y las voces las que cargan con la melodía, los teclados son un mero adorno y la voz de Nils Molin, desgañitada en el resto de temas, suena con todo su esplendor. Temazo incontestable y punto de inflexión del disco.

«The beast inside» cuenta con algo más de fluidez en estrofas ya que los acordes de las guitarras son más largos, pero el estribillo vuelve a ser vulgar. Es potente, pero el «dejá vú» sigue ahí. Brillante solo de guitarra.

Los Dynazty vuelven a aparecer (para quedarse, por suerte) en «Break into the wild» que cuenta con unas estrofas y un estribillo amenos y potentes, y con la habitual parte central instrumental coronada por un bonito solo de guitarras, si bien, Molin fuerza demasiado la voz.

Las graves guitarras de «Crack in the shell» me recuerdan a los Metallica del «Masters…» y su ritmo sin el recalcitrante doble bombo, nos conduce a un precioso estribillo. Vamos de menos a más en cada tema.

«Free man’s anthem» está también a un gran nivel y curiosamente aquí el doble bombo y los samples de teclas clonados brillan por su ausencia. El estribillo también es brillante. Otro temazo lleno de guitarras y voces, como debe ser.

«The smoking gun» es una balada de tintes sinfónicos que cuenta con el protagonismo de un misterioso piano que nos vuelve a mostrar a unos Dynazty libres del corsé «powermetalero» y que cierra con brillantez un disco en el que las cinco primeras canciones parecen descartes de «Renatus» y las seis últimas quieren señalar el sendero por el que discurrirá su próximo disco.

Espero que sea así, pues creo que con «Titanic mass» han frenado su carrera pero al menos tiene solución si vuelven a ser ellos y se dejan llevar por su talento e inquietudes musicales, haciendo el caso justo a discográfica y productor, que mucho me temo, tienen su parte de culpa en el resultado final. Igual es que soy demasiado exigente, pero a grupos como éste hay que exigirles, pues ya han demostrado su valía con creces y es que en el mundo de la música, evolucionar puede ser bueno, pero repetirse nunca lo es.

 

TitanicMassDYNAZTY:
NILS MOLIN: Cantante
LOVE MAGNUSSON: Guitarra
GEORGE EGG: Batería
MIKAEL LAVÉR: Guitarra
JONATHAN OLSSON: Bajo

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2 Comentarios

  1. Imagen de perfil de starbreaker

    Excelente crítica de Mendo que, aún con las primeras escuchas del disco, comparto bastante; sea como fuere, Dinazty es una de las mejores formaciones escandinavas surgidas en los últimos años y seguro que seguirán dando mucho que hablar en los próximos años.

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  2. Imagen de perfil de Mendo

    Gracias por tus palabras, Starbreaker.
    Seguramente he sido demasiado duro, pero Dynazty es uno de mis grupos favoritos y me esperaba más.
    Ya desde que escuché el single «Human paradox» me temí que el disco iba a ser una decepción, pero por suerte y pese a no ser un pleno, tiene 5 o 6 temas muy buenos, dignos de ellos.

    Responder

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