Renace la leyenda.
Por Juan Antonio García.
Cuando un grupo clásico que ha estado toda la vida acompañándote en el camino, aunque ya no estuvieran en activo (pero estaban sus discos imperecederos), vuelve años después con nuevo material, suele mirarse con una mezcla de sentimientos, calificativos, etc, difíciles de enumerar, y nos sentimos, a saber: expectantes, ilusionados, dubitativos, prejuiciosos…
En este caso los grandes rockeros melódicos “Drive, She Said” han vuelto de una manera contenida, dando a los fans de generaciones anteriores una dosis para mantenerlos callados pero sin encandilarles, dejando una sensación de que la cosa podría haber estado mejor, mucho mejor, pero adentrando en cada uno de nosotros una esperanza de que realmente hay buenas cosas en este disco, y que realmente, de lo que ha servido este álbum, es de resurgimiento, de engrase de una maquinaria envejecida por el desuso, que deja un gran hilo de esperanza prometedor, donde personalmente me vienen ideas a la cabeza que me dicen textualmente “el próximo álbum sí que será tremendo, a la altura de los primeros que sacaron a finales de los ochenta, principios de los noventa”. No quiero caer en el error de buscar un trabajo que plagie lo anterior, aunque es irremediable tener como referente esos álbumes.
“Pedal To The Metal” suena bien, aunque le falta algo de fuerza, puede que en la producción, tal vez demasiado cercana y “casera”, aunque a veces esto realza la calidad del álbum en general.
En cuanto a lo que interesa, Mark Mangold y Al Fritsch se han rodeado de tantas colaboraciones que parece mentira que el disco suene tan homogéneo en líneas generales: Thomas Vikström, Ted Poley, Tommy Denander o Göran Edman son sólo unos pocos… Pero con tanto alarde y tanto portento las expectativas eran aún más elevadas.
“Touch” abre el camino buscando la empatía con los fans más clásicos, y lográndolo.
En general el acabado del disco es bueno echando de menos unas melodías más impactantes que lleguen al fondo, con ese sentimiento que todos sabemos; pero la ya mencionada “Touch”, “Pedal To The Metal”, que es un trallazo, “In ‘R Blood”, “Said It All” o “Writing On The Wall” se defienden a un alto nivel respetando las señas de identidad de la banda.
Aunque tal vez uno de mis temas favoritas sea “Love Will Win In The End”, muy melódica y de melodía brillante.
Tampoco hay que perderse “Rainbows And Hurricanes” o los temas más lentos como “All I Wanna Do”.
“I’m The Nite” es un tema demasiado discotequero que no deja de quedarse en la cabeza si la escucháis varias veces; un hit single de radio que no pega en el disco salvo por la voz.
Como he dicho antes, lo mejor es la esperanza en un futuro trabajo que sea cercano en el tiempo y que sirva para no guardar en el trastero una maquina recién engrasada que ya está en marcha y donde les acompañan las ganas, la calidad y el buen hacer inherente al grupo.
DRIVE, SHE SAID son:
AL FRITSCH: Voz, Guitarra, Bajo, Teclados, Coros
MARK MANGOLD: Teclados, Coros
TOMMY DENANDER: Guitarra
DANIEL PALMQVIST: Guitarra
JON BIVONA: Guitarra
RAY DE TONE: Guitarra
RICKY WHEELS: Guitarra
KEN SANDIN: Bajo
PAUL ST. JAMES: Bajo
ALESSANDRO DEL VECHIO: Bajo
PETER YTTERGREN: Batería
PONTUS ENGBORG: Batería
FRAMCESCO JOVINO: Batería
KENNY ARONOFF: Batería
GÖRAN EDMAN: Coros
CHANDLER MOGEL: Coros
TED POLEY: Coros
KEVIN OSBORNE: Coros
RANDY JACKSON: Coros
THOMAS VIKSTRÖM: Coros
PEPPY CASTRO: Coros
FIONA: Dueto en «In Your Arms»
