Hard rock clásico con aires actuales.
Por Black Demon.
Pasado y futuro se mezclan en esta reunión de insignes músicos curtidos en mil batallas. Chuck Wright a las cuatro cuerdas, Ken Mary tras los tambores y el genial Jimi Bell en la guitarra, quienes aportan experiencia y calidad técnica junto a las fuerzas renovadas de dos jóvenes talentos como son el vocalista James Robledo de Sinner’s Blood y el guitarrista Francesco Savino de False Memories. Una fórmula exitosa que nos deleita con un fantástico álbum de hard rock clásico con aires actuales.
La esencia de los 80 y primeros 90 con melodías grandilocuentes y pegadizas con líneas vocales simplemente geniales (Jørn Lande o Russell Allen te vendrán a la mente tras escuchar la tesitura de Robledo). Unos riffs poderosos con salvajes solos y una sección rítmica de órdago a la grande, todo ello adornado con excelentes líneas de teclado grabadas por el inquieto Alessandro Del Vecchio.
Pero no pienses en ningún momento que tan solo se trata de un ejercicio de nostalgia. Las composiciones tienen un punto moderno, poseen fuerza y personalidad propia sonando frescas y contundentes. Y si bien las similitudes con House Of Lords son claras y evidentes dado que tres de estos grandes músicos (uno aún lo hace en la actualidad) formaron a las órdenes de James Christian, que los teclados de Alessandro suenen muy Gregg Giuffria y que Robledo en muchas ocasiones se asemeje al citado James Christian, van mucho más allá destacando cuando la música respira y el sonido melódico lidera las composiciones en detrimento de la contundencia metalera de las bandas europeas.
‘I Stand’ posee una melodía arábiga totalmente adictiva. ‘On My Way To You’ recuerda a Talisman, una balada en la que el vocalista tiene el espacio idóneo para brillar en una interpretación emotiva.
‘To The Edge Of The World’ es una de las joyas del disco, mezcla el músculo europeo con el AOR americano en una combinación casi perfecta con unas guitarras arrolladoras. ‘Only The Brave’, encargada de cerrar el redondo, es otra de las destacadas, una composición que bien podía haber pertenecido a Journey: pegadiza, melódica y cautivadora que pone el broche de oro a un llamativo trabajo.
‘Follow Me’ sin embargo tiene efluvios técnicos que bien la podrían colocar en cualquier disco de Queensrÿche, épica y conmovedora luce una sucesión de riffs admirables. El clasicismo de Deep Purple o los primeros Whitesnake, con ese órgano atmosférico, aparece en ‘Book Of Love’ y ‘Where Will Our Tears Fall?’. Sonidos más modernos lucen en ‘Stranded In The Middle Of Nowhere’, acercándose a bandas como H.E.A.T o Eclipse, o incluso a The Poodles como se muestra en ‘Disappear’, que resulta pegadiza y un tanto festiva. Un álbum diverso y brillante que sin duda hará las delicias de los fanáticos de antaño y que irremediablemente nos recordará a los grandiosos House Of Lords.
DEMONS DOWN:
Jimi Bell: Guitarra
Ken Mary: Batería
Chuck Wright: Bajo
James Robledo: Voz
Francesco Savino: Guitarra
Alessandro Del Vecchio: Teclados
Charles Xavier
Buscando la reseña del álbum Demons down de House of Lords, me aparece esta crítica. ¡ Tendré que comprar el cd !!