Melodías desencadenadas.
Por Carlos Bayón.
Leyendo la buenísima crítica del disco de Devil’s Hand de José Ramón no puedo por más que estar de acuerdo en que con el paso de los años yo también he acabado poco a poco alejándome de un estilo que ha marcado prácticamente mi vida desde que era un crío allá por los años 80 y principios de los 90 y que últimamente, salvo raras excepciones, se repiten una y otra vez los clichés más manoseados del Hard Rock melódico, producciones sobrecargadas de melodías almibaradas, estribillos y melodías facilonas y por lo tanto resultonas y que hacen la mayoría de las escuchas muy entretenidas pero que no te hacen en ningún momento parar lo que sea que estés haciendo mientras los escuchas y que a veces hasta te resulta difícil diferenciar un grupo de otros porque acaban repitiendo la fórmula una y otra vez (mismo productor, mismo sonido) sin ofrecer nada que pueda llegar a ser medio interesante y que por un momento te haga enterrar durante un tiempo tus viejos cds de aquellos con los que creciste (aquí que cada uno ponga sus clásicos). Y puede que sea un poco triste, por lo menos en mi opinión, que los mejores discos que se siguen sacando ahora mismo sean de bandas de los 80-90, llámese Treat, Europe, Fate o el mismo Mike Slamer, algunos repitiendo esquemas propios y otros cambiando totalmente de rumbo.
Aun así soy un poco más optimista que José Ramón, y todavía creo que hay buenas nuevas bandas por descubrir o por lo menos bandas que consigan sacarme del sopor, y que aunque vengan recargados de melodías y estribillos en exceso sobrecargados, no me aburran y esté deseando pasar de canción en el primer minuto.
Ya no buscó la nueva gran banda o el disco del siglo, simplemente algo que me haga pasar un buen rato, me da igual si es Metallica, Bon Jovi o el caso que nos ocupa.
Este Love Equals War va cargadito de melodías y estribillos que se pegan a tu oído como el algodón de azúcar a tus dedos, no han inventado la rueda, desde el principio con el tema homónimo ya sabemos lo que nos vamos a encontrar, un disco de AOR, teclados omnipresentes, guitarras limpias, sonido cristalino y una voz suave que da empaque a las canciones.
Repiten prácticamente los esquemas de su anterior disco Connected, tanto que podrían haberlos editado juntos y no se notaría mucho, quizás un poquito más de evolución natural en este segundo, pero si te gusta uno el otro te gusta sí o sí.
Ecos al Intuition de TNT en “Your Perfection” que es junto con “We Will Find a Way” con aires a Bon Jovi en la que por decirlo de alguna manera se sueltan un poco el pelo y “rockean”, es decir, las guitarras están más presentes.
No engañan a nadie, lo que hacen lo hacen muy bien y al final te acabas enganchando y puede que te sorprendas escuchándolo varias veces y cantando los estribillos y no acabe cogiendo polvo en la estantería.
Si te gustan Work Of Art, State Of Salazar, Wigelius y grupos similares, este disco será de tus favoritos, si buscas guitarras sucias, distorsionadas y baterías que atruenen tendrás que buscar en otro sitio.
CARE OF NIGHT:
CALLE SCHÖNBERG: Cantante
KRISTOFER VON WACHENFELDT: Teclados, coros
VIKTOR ÖSTRÖM BERG: Guitarra y Bajo
LINUS SVENSSON: Batería