Un vistazo al pasado. La mirada hacia el futuro.
Por José Ramón González y Gema Pizarro.
Asfalto es una rara avis en la historia del rock español. No recuerdo que haya muchas bandas de rock en activo – españolas, por descartado – que hayan celebrado 45 años de historia. Mucho menos que, después de todos esos años, hayan sido capaces de congregar a casi dos mil personas para celebrarlo. Y más insólito aún que lo hagan con la publicación de un disco de la calidad de Crónicas de un tiempo raro, el álbum que presentaban.
Con ello, un emocionado Julio Castejón dejaba claras sus intenciones plasmadas en sus palabras tras interpretar “Déjalo así”, la primera de las canciones del concierto: ellos no son un grupo viejo, son un grupo joven. Porque éste no era un concierto para rememorar viejos tiempos, o no sólo. Era la prueba indiscutible de que son una banda viva y con muchas cosas que decir. Más si las letras y la temática de sus canciones de hace más de cuatro décadas siguen siendo pertinentes; con ello casi nos atreveríamos a decir que siguen siendo necesarios en ese aspecto. Su propuesta musical también sigue siendo atractiva, mucho.
Para celebrar esos 45 años de música, Castejón ha invitado a subirse al escenario con él a muchos de los músicos que han tenido a Asfalto como un referente en su historia o forman parte de ella de alguna manera. Y es tal el eclecticismo de los músicos que participaron en el concierto que constatan que la música, la buena música, no tiene fronteras ni nombres: Manolo García, Aurora Beltrán; Cánovas, Rodrigo y Guzmán; Ángel Belinchón, José Carlos Molina, John Helliwell, Richie Benítez…
Esos nombres hay que sumarlos a los de la estupenda banda que acompaña a Julio: Pablo Ruiz, Paul Castejón, Arturo García y Nacho de Lucas. Con todos estos nombres y un repertorio tan rico como plagado de clásicos imprescindibles junto a los temas del nuevo álbum, más la grabación del directo para ser publicado en CD y DVD, la ocasión se presentaba como histórica. Era histórica.
Sigamos sumando: un sonido fantástico, el estado vocal de Julio increíblemente brillante, la selección de los temas apropiadísima y, como decía, la interpretación de los músicos sobresaliente. El montaje sobre el escenario no hacía más que subrayar el espectáculo que estábamos disfrutando: cerca de dos horas y media de música con una de las bandas imprescindibles de la historia del rock español. Antes y ahora; “Déjalo así” y “Crónicas de un tiempo raro”, las dos primeras canciones. Pasado y presente. Tuvieron tiempo para pasearse por El planeta de los locos, ese disco imprescindible, con “No se puede volar” o “Molinos de viento”. Saltos hacia atrás y hacia adelante, Clásicos de hace cuarenta años junto a otros de veinte. Y de vez en cuando, una de sus nuevas canciones, que suenan de miedo. Y eso es lo mejor, confirmar que las palabras de Julio son ciertas: ésta es una banda muy viva.
Julio agradecía sinceramente, entrañablemente, como es él, la presencia del público con quienes quería disfrutar de un momento así, su momento, como dijo hacia el final del concierto tras tocar la canción a la que hace referencia: “Éste es nuestro momento”.
El primero en subirse al escenario como invitado fue Richie, con quien cantó la poco habitual en sus conciertos “No es sólo amor” y “Prisionera enmarcada”. Sorprende el estado vocal de Richie, como si no hubiese pasado el tiempo. Tras él fueron desfilando uno tras otro todos los invitados, con alguna sorpresa al interpretar canciones como “Señora azul” o la parte final de “School” de Supertramp, más algunas otras que no voy a desvelar para que los que no pudieron asistir lo disfruten cuando se publique el DVD. Una de las más esperadas intervenciones fue la del saxofonista John Helliwell, quien interpretó la canción en la que colabora en Crónicas de un tiempo raro, “Melani”. Todo un lujo.
Un concierto magnífico de una banda que lleva ya en sus venas la energía de la ilusión, de la renovación, de la creatividad sin dejarse aplastar por su legado, pero sintiéndose orgullosos del mismo. Ya sabemos que a Julio Castejón le mueve lo nuevo, le ilusionan los nuevos proyectos, y con esta banda tiene todo lo necesario para poder llevarlos a cabo.
Para los aficionados, resulta fascinante estar allí, frente a 45 años de historia, de música. Y resulta triste que los mensajes que transmitían las canciones hace tanto tiempo sigan siendo tan pertinentes. Asfalto ha cambiado, ha evolucionado; el mundo, no tanto.