Sala Totem, Villava-Atarrabia (Navarra).
Por Black Demon.
Fotos Jesús Navarro.
Algo de nieve y un frío intenso no fueron argumentos suficientes para amedrentar a las hordas metaleras del norte, que invadieron la fabulosa sala Totem de la localidad navarra de Villava, en la que todavía resonaban los ecos del ‘Balls To The Wall’ interpretado hace apenas dos meses por Udo y Peter Baltes en una descarga descomunal. El ex compañero de estos, Wolf Hoffmann, guitarrista y líder absoluto de los teutones, respaldado por un, como siempre, excepcional Mark Tornillo y una alineación de músicos más que solventes, dio la réplica con otro espectacular show en el que la citada composición volvería a retumbar con tal fuerza que sin duda es posible que haya afectado a los pilares de tan singular sala. Emprendieron una nueva juventud con la entrada de Mark y la grabación de Blood Of The Nations hace 13 años, y continúan inmersos en un alucinante viaje donde el heavy metal sigue siendo el santo y seña del ahora combo germano-americano.
El sonido pulcro y contundente dejaba respirar los instrumentos dejando así disfrutar de cada músico por separado. Todo suena en su sitio. Accept siempre ha hecho gala de ser una máquina bien engrasada de heavy metal, y, a pesar de los cambios de formación citados, siguen siendo una apisonadora sónica cohesionada al máximo sin perder ni un ápice de la esencia del combo alemán.
Salen a las 21:30 h. tras la descarga de Iron Maidens, grupo femenino tributo a la Doncella de Hierro que nos haría pasar un rato entretenido. Hubiera preferido cualquier banda emergente con su propio material, pero nos tendríamos que conformar con una banda tributo. Salida fulgurante con ‘Zombie Apocalyse’ y ‘Symphony Of Pain’ para enseguida acometer los dos primeros e imperecederos clásicos como son ‘Restless And Wild’ y ‘London Leatherboys’. Todos y cada uno de los que interpretaron esa noche, muchos de ellos con más de 30 años encima, siguen sonando de manera poderosa, fresca y adictiva, como si el tiempo no hubiera pasado por ellos. Hay que destacar el protagonismo que Wolf le deja al guitarrista Philip Shouse, dándole espacio para los solos y adjudicándole un puesto en primera fila junto a él y Mark, dado que el bajista Martin Motnik y el guitarrista Uwe Lulis permanecen impertérritos a ambos lados de la batería como acostumbraban Malcom Young y Cliff Williams en AC/DC.
‘Too Mean To Die’ y ‘Overnight Sensation’ preceden a uno de los puntos álgidos de la velada, un medley compuesto por joyas del calibre de ‘Demon’s Night’, ‘Starlight’, ‘Losers and Winners’ y ‘Flash Rockin’ Man’, que dicho sea de paso, deberían haber sonado completas en lugar de condensarlas en tan solo 6 escasos minutos, aunque bien es cierto que esos minutos definirían a la perfección lo que es el heavy metal. ‘Breaker’, ‘The Undertaker’ y ‘Shadows Soldiers’ ponen la sala en ebullición que poco más tarde reventaría con la acometida de ‘Princess Of The Dawn’, ‘Fast As A Shark’ y la eterna ‘Metal Heart’ coreada como siempre por la audiencia de manera demencial.
Aquello anunciaba la recta final que sería encauzada con dos temas llamados a ser himnos y que pasarán sin duda a la categoría de clásicos como ‘Teutonic Terror’ y ‘Pandemic’ y el tema estrella de Accept, sí, el mencionado y correoso ‘Balls To The Wall’ y un irreverente ‘I’m A Rebel’, dejando plenamente satisfecha a la concurrencia que desfilaba con una sonrisa y la satisfacción de haber vivido otra gran noche de puro heavy metal.