Intenso, clásico y agresivo.
Por Ángel Saint & Sinner.
Nueva entrega del brillante guitarrista de Whitesnake, Joel Hoekstra. Una excelente continuación a Dying To Live que aparecería en 2015 contando con Jeff Scott Soto y Russell Allen como vocalistas. Un disco que tuvo cierta repercusión y que al igual que este, muestra un flamante ejercicio de hard rock directo donde las canciones son las auténticas protagonistas brillando los músicos de fondo.
En este caso es Russell quien se encarga del micro a lo largo y ancho del plástico, y Jeff tan solo se encarga de aderezar ese gran trabajo con unos coros fantásticos.
Para muestra un botón, ‘Finish Line’ abre el álbum de manera directa y agresiva, con demostración instrumental de alta gama. Parece que el nivel va a ser complicado de mantener, pero, ‘I’m Gonna Lose It’ nos dibuja una sonrisa burlona de satisfacción viendo que nuestro temor es infundado. Un gran riff y una base rítmica cruda adereza un medio tiempo profundo. ‘Hard To Say Goodbye’, sí amigos, ‘es duro decir adiós’, pero si lo dices con un medio tiempo como este, la cosa resulta diferente. Unas melodías vocales pegadizas rivalizan con un riff crudo y un juego de guitarra excelente.
‘How Do You’ es una pieza lenta con fuerza, un tema melancólico que posee un interludio central cruel con un solo de Hoekstra impresionante. Russell lo aborda con sentimiento total ejerciendo una interpretación brutal. ‘Heart Attack’ es un medio tiempo cadente y denso que nos transporta al hard rock de los 70, brillante Hoekstra, y no menos lo está Sherinian con su teclado. Posiblemente uno de los mejores cortes del disco.
‘Fantasy’ suena correoso, de ritmo lento y riff poderoso tiene cierto aire épico y por momentos sonidos orientales. ‘Lonely Days’ resulta pegadizo melódico, asequible y adictivo con una guitarra de ensueño y un teclado elegante.
Podría sin duda destripar todo el disco, y opinar sobre cada canción, pero creo que me repetiría sobre su contenido, entiendo que es hora de que le des una oportunidad, que lo escuches en profundidad y que saques tus propias conclusiones. Está claro que estamos ante un impresionante álbum de hard rock en el que la combinación de las dotes de cada músico hace que el disco suene épico y sea uno de los lanzamientos de este año que apenas acaba de comenzar. Una demostración de por qué Joel Hoekstra ha tocado y toca, en algunas de las mejores formaciones del mundo. Un álbum que aglutina todo lo que el estilo necesita y que, si los tiempos fueran otros, se convertiría en multiplatino.
JOEL HOEKSTRA’S 13:
JOEL HOEKSTRA: Guitarra
RUSSELL ALLEN: Voz
VINNY APPICE: Batería
TONY FRANKLIN: Bajo
DEREK SHERINIAN: Teclado
